¿La IA nos está volviendo más vagos para pensar?

La IA nos soluciona todo, pero ¿a qué costo para nuestro cerebro? Un análisis sobre el sesgo de automatización, el Efecto Google y cómo mantener la mente afilada.

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Che, alguna vez te pusiste a pensar si usar inteligencia artificial a cada rato no nos estará afectando la croqueta? La IA nos hace la vida más fácil, nos tira respuestas al toque y nos soluciona problemas, pero... ¿qué onda con nuestra capacidad para pensar, para razonar por nosotros mismos? Vamos a chusmear qué dice la ciencia sobre esto.

El "Sesgo de Automatización": creerle a la máquina sin dudar

Este concepto, conocido como "sesgo de automatización", es la tendencia que tenemos a confiar ciegamente en lo que nos dice una máquina o un sistema automático, sin cuestionarlo. Se estudia desde los años 90 en la aviación, donde fiarse de más de un sistema automático puede terminar en un desastre. Hoy, con la IA metida hasta en la sopa, este sesgo puede hacer que pensemos menos, porque le delegamos las decisiones a la máquina sin chistar.

El "Efecto Google" y cómo nos arruinó la memoria

Un estudio de 2011 ya nos advertía sobre esto. Cuando la gente sabe que puede encontrar cualquier dato en internet al toque, el cerebro se relaja y no se gasta en memorizar o procesar la información a fondo. A esto le llaman el "Efecto Google". Ahora, con herramientas de IA que no solo buscan, sino que te resumen y te dan la respuesta servida en bandeja, es probable que esta tendencia se vaya al diablo, afectando nuestra memoria y la capacidad de retener lo que aprendemos.

La IA generativa y la ley del menor esfuerzo cognitivo

Las IAs generativas como ChatGPT son geniales para ahorrar tiempo: te dan respuestas, textos, ideas y soluciones completas al instante. Pero varios estudios alertan que, si las usamos como un atajo para no pensar, nuestro cerebro empieza a ejercitarse menos. Depender solo de la IA para resolver problemas o crear algo puede hacer que dejemos de lado habilidades clave como el análisis, la síntesis y nuestra propia creatividad.

El impacto en los estudiantes que "hacen la tarea" con IA

Investigaciones recientes en educación muestran que los pibes que usan la IA para hacer sus trabajos sin meterse de lleno en el proceso, pueden terminar desarrollando menos habilidades críticas, de análisis y de razonamiento. La tecnología no es mala en sí misma, el quilombo está en usarla para todo, reemplazando el esfuerzo mental que se necesita para aprender de verdad. Esto, a la larga, les puede jugar en contra en su futuro.

Cómo usar la IA para potenciar la mente, no para reemplazarla

La IA puede ser un aliado espectacular si la usamos con cabeza. En vez de pedirle que nos haga todo el laburo, podemos usarla para inspirarnos, para validar una idea que ya tenemos, o para que nos tire puntas que después nosotros analizamos y desarrollamos. Así mantenemos activo el pensamiento crítico y la creatividad. La IA como copiloto, no como piloto automático.

¿Qué dicen los que estudian el cerebro?

Los neurocientíficos advierten que usar la IA sin control y de forma constante puede afectar las áreas del cerebro que se encargan de la concentración, la memoria y el razonamiento lógico. Si "dejamos que la máquina piense por nosotros" muy seguido, corremos el riesgo de que esas habilidades se oxiden. Por eso es clave equilibrar el uso de la tecnología con ejercicios que mantengan el bocho activo.

Lo que todavía no sabemos: el largo plazo

Aunque ya hay estudios interesantes, la verdad es que todavía faltan investigaciones a largo plazo que analicen cómo el uso diario y prolongado de la IA nos afecta a nivel cognitivo profundo. La mayoría de los estudios son en laboratorios o con encuestas, pero los efectos reales en el día a día y en el desarrollo de las personas todavía son una incógnita. Por eso, hay que estar atentos y usar la tecnología con responsabilidad.

Consejos para mantener los "músculos mentales" en forma

Para no perder agilidad mental en la era de la IA, acá van algunos tips:

  1. Pensá bien qué querés resolver antes de preguntarle a la IA.
  2. Usá la IA para inspirarte, no para copiar y pegar.
  3. Hacé ejercicios de memoria y concentración todos los días.
  4. Cuestioná y reflexioná sobre las respuestas que te da.

Así, mantenés el cerebro entrenado y no dejás que la tecnología haga todo por vos.

Una invitación a pensar

La inteligencia artificial llegó para quedarse y va a cambiar cómo vivimos y laburamos. La pregunta importante es: ¿vos cómo la usás? ¿Sentís que te ayuda a pensar mejor o que te está volviendo dependiente? ¿Qué hacés para mantener la mente afilada? Dejame tu opinión en los comentarios, que me interesa saber qué pensás.

¿Vos qué pensás?

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